UNA TRAVESIA ENTRETENIDA Y VARIADA, así fue el recorrido que tomamos los 40 pedalistas que nos dimos sita para esta aventura, partiendo de San Lucas Sac. a eso de las 7:30 a.m. rumbo a San Antonio Las Trojes, parte que todos pasaron sin ninguna dificultad, excepto Julio Donado que por una acrobacia paró en el suelo con resultado de dedo dislocado pero, pudo continuar sufriendo las consecuencias; al llegar a Las Trojes nos esperaba la primera bajada de más de 4.5 km en una vereda técnica para terminar en el río Pixcayá, el cual atravesamos a través de un puente de construcción impresionante del año de 1858 y, terminó la ilusión de seguir bajando. Entre empujones y pedaleo fuerte llegamos al punto de abastecimiento tan ansiado por el calor intenso, pues eran las doce del medio día, nos hidratamos y comenzamos a subir los más de 6km hasta llegar a la aldea Cruz Nueva, ahí un reconfortante almuerzo y más hidratación, este tramo paso con una temperatura de 44 grados, algunos completamos el tramo sin ayuda de pick-up, otros no (picho, sere yo maestro), pero igual soportaron parte de la etapa más dura de la travesía. Después de reconfortarnos con descanso y alimentos iniciamos la segunda parte con un recorrido más suave hasta la aldea La Plazuela y de este punto la bajada de mas de 8km donde algunos retaron la pericia y bajaron a 65 km/h (quien más, el Fonce y sus secuases);, por fin las ruinas de Mixco Viejo, entramos por una vereda por la parte trasera del sitio y qué sorpresa ver la belleza del lugar, atravesamos todo el sitio arqueológico hasta llegar al parqueo donde entre comentarios de la aventura de cada quien, Lissette abrió la caja de sanguchitos y el premio mayor, la hielera con chelas bien frias (orgullosamente guatemaltecas). Así abordamos el bus de retorno hasta San Lucas, que por la hora ya muchos no se quedaron al cafecito y pastelito en casa de los Ascoli (la próxima no se lo pierdan). Hasta la próxima.
jueves, 24 de abril de 2008
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